martes, 6 de marzo de 2012

Salir de la culpa




Para salir de la culpa de una vez por todas

Ayer me equivoqué.
Dicen que me equivoqué.
Yo sólo estaba en un sueño
en el que creía en el amor.
Y parece que merezco un castigo.
Para evitarle al mundo la molestia,
yo misma me condeno
a una vida, cuatro meses y un día.
Por si no fuera suficiente
cada noche me quedo atrapada
en un cepo que sujeta mis caderas,
en un lazo corredizo
que ahoga las palabras, las quejas,
la voz que grita ¡¡basta!!

Ayer me equivoqué
y hoy pienso
que puedo seguir equivocándome,
una, dos, tres, diez veces,
mil.
Equivocarme con minúsculas
y sonreír, quitándole importancia,
EQUIVOCARME con mayúsculas
y acompañarme, sentir que soy humana,
profundamente humana,
perdonarme y escuchar lo que ese error tenga que decirme
y seguir adelante.
Por eso, porque me quiero cada día más,
porque nadie tiene porqué condenarme
ni tan siquiera yo misma,
he decidido cambiar de canción
y sustituir la tonadilla de “soy un desastre”,
y “todo lo hago mal”
por una letra más hermosa
que me permita confiar en la vida
y respetar mi camino,
una letra que empiece diciendo
soy la que soy y merezco ser feliz”.